lunes, 31 de marzo de 2008
La Soledad
Ese sentimiento que te invade cuando necesitas un abrazo y no hay nadie que te lo pueda dar, aunque vivas en una ciudad en la que viven por lo menos 10 millones de personas.
miércoles, 26 de marzo de 2008
miércoles, 19 de marzo de 2008
Tratando de retomar las cosas que empiezo...
Dejé el blog abandonado por mucho tiempo. A ratos pensé en cerrarlo, no tenía ganas de decir nada más. Y sin embargo, han pasado más de dos meses desde el último post, y lo leo, y me digo "la verdad es que con el tiempo todo pasa".
Me he sentido muchísimo mejor. Me he sentido mejor conmigo misma, me siento bien en mi trabajo, me siento mejor en el lugar en el que estoy. Tengo proyectos, ganas de que las cosas sigan saliendo bien. Incluso a veces pienso que si no me hubiera separado de mi marido, nunca hubiera tenido la oportunidad de vivir lo que estoy viviendo ahora. La oportunidad de vivir sola. Lejos de todo lo que fui, lejos de lo cotidiano, lejos de lo conocido, lejos de la seguridad que te produce el estar cerca de tu familia y tus amigos, tu ciudad, tu gente. Lo que a mi me ha tocado hacer es re-inventarme. Me quedé hecho pedazos, desperdigados por el piso. Me quedé sin casa, y sin trabajo, sin la vida que tanto me costó construir, me quedé sin lugar al que asirme, y sin embargo me quedé. Me quedé y empecé de cero. Me conseguí un trabajo, un cuarto, y ahora hasta tengo mi propio carro. Y seguí, muchas veces por inercia, pero seguí, y aquí sigo. Hago las cosas a mi tiempo y cuando tengo ganas, o no hago nada. He ido descubriendo poco a poco esas cosas que una sabe que siempre estuvieron ahí, pero que no nos gustan mucho. Estoy tratando de ser menos dura conmigo misma, aceptarme tal cual, de pensar mas en mí, de definirme, y de definir que es lo que quiero en mi vida. Si algo he aprendido de todo esto es que la vida puede cambiar de un día para otro, literalmente. Entonces trato de no hacer planes a largo plazo.
Antes de mi separación, yo soñaba con una vida muy diferente a la que tengo ahora, quería tener una casita con mas espacio, tal vez un jardín con hierbas aromáticas, tal vez un perro, y en un futuro no muy lejano, hijos; pero primero quería volver a la universidad y sacar un posgrado. Hasta ya sabia el departamento en el que iba a estudiar, y los profesores con los que tenía que hablar. Tenía tantas ilusiones, y de repente, táz!, el chirlazo te lo da la persona que menos esperas, la persona a la que creías conocer a fondo, la persona que creías que te amaba (ahora la palabra "amor" suena tan raro). De repente esa persona se convierte en el dolor más grande que he sentido, y todos los sentimientos se mezclan: te sientes culpable, una se pierde el respeto, una ruega y se humilla, y llora, y llora, y llora, y tiene iras, y pierdes la lucidez, y tienes momentos de claridad, y tratas de ver las cosas desde una perspectiva diferente, y el ciclo vuelve a empezar.
Definitivamente hoy estoy en un lugar muy diferente en el que estaba hace más de dos meses. Y claro, no todo ha pasado (aunque trate de convecerme de lo contrario). El dolor sigue ahí, pero hoy duele diferente, hoy duele la traición, hoy duele el recuerdo, hoy duele el maltrato, y hoy duele la estupidez.
Me he sentido muchísimo mejor. Me he sentido mejor conmigo misma, me siento bien en mi trabajo, me siento mejor en el lugar en el que estoy. Tengo proyectos, ganas de que las cosas sigan saliendo bien. Incluso a veces pienso que si no me hubiera separado de mi marido, nunca hubiera tenido la oportunidad de vivir lo que estoy viviendo ahora. La oportunidad de vivir sola. Lejos de todo lo que fui, lejos de lo cotidiano, lejos de lo conocido, lejos de la seguridad que te produce el estar cerca de tu familia y tus amigos, tu ciudad, tu gente. Lo que a mi me ha tocado hacer es re-inventarme. Me quedé hecho pedazos, desperdigados por el piso. Me quedé sin casa, y sin trabajo, sin la vida que tanto me costó construir, me quedé sin lugar al que asirme, y sin embargo me quedé. Me quedé y empecé de cero. Me conseguí un trabajo, un cuarto, y ahora hasta tengo mi propio carro. Y seguí, muchas veces por inercia, pero seguí, y aquí sigo. Hago las cosas a mi tiempo y cuando tengo ganas, o no hago nada. He ido descubriendo poco a poco esas cosas que una sabe que siempre estuvieron ahí, pero que no nos gustan mucho. Estoy tratando de ser menos dura conmigo misma, aceptarme tal cual, de pensar mas en mí, de definirme, y de definir que es lo que quiero en mi vida. Si algo he aprendido de todo esto es que la vida puede cambiar de un día para otro, literalmente. Entonces trato de no hacer planes a largo plazo.
Antes de mi separación, yo soñaba con una vida muy diferente a la que tengo ahora, quería tener una casita con mas espacio, tal vez un jardín con hierbas aromáticas, tal vez un perro, y en un futuro no muy lejano, hijos; pero primero quería volver a la universidad y sacar un posgrado. Hasta ya sabia el departamento en el que iba a estudiar, y los profesores con los que tenía que hablar. Tenía tantas ilusiones, y de repente, táz!, el chirlazo te lo da la persona que menos esperas, la persona a la que creías conocer a fondo, la persona que creías que te amaba (ahora la palabra "amor" suena tan raro). De repente esa persona se convierte en el dolor más grande que he sentido, y todos los sentimientos se mezclan: te sientes culpable, una se pierde el respeto, una ruega y se humilla, y llora, y llora, y llora, y tiene iras, y pierdes la lucidez, y tienes momentos de claridad, y tratas de ver las cosas desde una perspectiva diferente, y el ciclo vuelve a empezar.
Definitivamente hoy estoy en un lugar muy diferente en el que estaba hace más de dos meses. Y claro, no todo ha pasado (aunque trate de convecerme de lo contrario). El dolor sigue ahí, pero hoy duele diferente, hoy duele la traición, hoy duele el recuerdo, hoy duele el maltrato, y hoy duele la estupidez.
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